En la primera visita, es importante que traiga cualquier prueba diagnóstica que pueda tener en relación con el motivo de consulta, la cuál nos puede ayudar en el diagnóstico y tratamiento.
Realizaremos una historia clínica completa del motivo de consulta, los síntomas asociados, revisión de los sistemas (cardiovascular, respiratorio, digestivo, etc).
Una exploración de la postura, pruebas médicas y osteopáticas.
Mediante la historia clínica y la exploración plantearemos un diagnóstico osteopático, haremos una evaluación de las disfunciones encontradas.
Finalmente, se le planteara un tratamiento a corto y largo plazo. Es importante tener en cuenta que podrá variar en función de la evolución del paciente o si cambia el motivo de consulta.
La frecuencia de tratamiento suele ser más seguida las dos o tres primeras visitas, según el estado de cada persona. Si la evolución es la esperada vamos distanciando las visitas.
El tener una visión global de la persona también nos hace trabajar en equipo, colaboramos con otros profesionales sanitarios tales como el optometrista, podoposturologo, odontologo, logopeda, otorrinolaringologo, etc, en caso de ser necesario, con el fin de obtener la mejoría de nuestros pacientes.
Cada persona es un ser individual y así debe ser tratado.